COMPETEA

Doy más importancia a los intereses de la empresa que a los míos. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Cuando se produce un problema trato de identificar las causas profundas que lo han provocado. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Me siento a gusto conmigo mismo. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Evito tratar con clientes que son muy exigentes. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Me irrito con facilidad. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Me cuesta tomar decisiones ante un problema difícil. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Me encuentro a gusto en situaciones en las que existe un tira y afloja. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Antes de tomar decisiones analizo cuidadosamente la información disponible. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Mantengo la calma ante los retos importantes y los problemas difíciles. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Trato de centrarme en los aspectos clave sin dejarme distraer por los aspectos secundarios. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Me esfuerzo por hacerme entender y expresar adecuadamente mis ideas, opiniones o puntos de vista. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Me gustaría ser la persona encargada de coordinar equipos de trabajo. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Cuando tengo que hacer varias cosas urgentes me resulta difícil saber por dónde empezar. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Cuando las cosas van mal no puedo dejar de pensar en ello. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Soy capaz de adaptar mi forma de tratar a los demás según sus características. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Se me ocurren muchas ideas para mejorar las cosas o resolver los problemas. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Tomo la iniciativa a la hora de establecer relaciones. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Sacrificaría unas vacaciones previamente planificadas si tuviese que ayudar a mi empresa en algun cometido. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.

Propongo sugerencias para mejorar las cosas, aunque no me las hayan pedido. Siempre o casi siempre. A menudo. Raras veces. Nunca o casi nunca.